Cocinamos la pasta en un litro de agua con una cucharadita de sal y un poco de aceite de oliva entre 8 y 10 minutos, colamos y reservamos.

En una sartén agregamos aceite y caramelizamos la cebolla a fuego bajo, por 10 minutos. Luego, en la misma sartén añadimos los champiñones y la espinaca por 3 minutos más, agregamos la crema de leche y dejamos reducir hasta obtener una salsa cremosa y lisa.

En una fuente honda mezclamos nuestra pasta y nuestra salsa hasta que se incorporen bien.

Al final servimos y decoramos con los tomates cherry y lo espolvoreamos con un poco de queso parmesano.